domingo, 12 de diciembre de 2010

L'essece de la vie.

¿Alguna vez te has parado a pensar en el significado, en el sentido de la vida?
Al menos dedícale un minuto de tu tiempo...
¿Qué sentido tiene la existencia, por qué estás vivo?
Te paras a pensarlo y caes en lo injusta que es la naturaleza. Injusta, misteriosa, caprichosa, egoísta...
Nacemos sin que nadie nos pregunte si queremos formar parte de este mundo, pero tampoco nadie nos pregunta si queremos dejarlo, o cuando nos va a apetecer hacerlo.
La madre naturaleza desde nuestra formación juega con nuestro destino. Como el aire lo hace con una pluma que desciende bailando con la nada, nos va haciendo crecer inevitablemente, nos hace evolucionar como personas queramos o no.
Nos hace sufrir, nos hace sentir, nos hace padecer... Nos hace seguir viviendo, nos hace enfermar, nos hace sentirnos débiles, nos hace fuertes... Nos hace.
En ningún momento podemos tomar el timón del curso de nuestra vida. Quizá nos peguemos todo el trayecto de nuestro viaje preguntándonos hacia dónde vamos y qué es el impulso que nos lleva.
Podremos darle mil vueltas, hacer estudios absurdos que no nos llevarán a nada. Y cada vez que la pregunta del sentido de nuestra vida aparezca por nuestra mente caeremos en el remolino de la muerte.
¿Quién nos llama desde el supuesto inframundo?
¿Quién dice que no debemos seguir más en esta realidad y pasar al olvido?
Una vez que nuestra madre, de apellido natura, nos arrastra al fin del camino, no hay vuelta atrás. No hay plegaria que valga, no hay deseo pendiente. No hay nada.
¿Para qué entonces todo el esfuerzo invertido a lo largo de nuestra vida?
¿Dónde queda todo lo recorrido?
"Ubi sunt"
Caes en el abismo de la amargura buscando respuestas infinitas que te llevan a la locura. Nada tiene explicación, nadie tiene solución al enigma de la vida...
Pero cuidado, amigo, no vayas a pensar que por ello la vida carece de sentido. Sólo que si lo supieramos no sería tan emocionante el existir; ¿no crees?
"La vida sólo es el ensayo de una obra que jamás se estrenará." (HIPOLITO, Amelie)
Y la muerte no es más que el inmenso y desconocido abismo que se abre al final del camino que es la vida, la cual se recorre sin marcha atrás y sin frenos.
La vida es un milagro, vida eres tú.
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(15/03/10)

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