tag:blogger.com,1999:blog-36608099440388790832024-02-21T18:21:38.409+01:00Palabras tercas.Dicen que una imagen vale más que mil palabras.
Una imagen se interpreta según se percibe. Pero las palabras, depende de cómo las escribas; pueden decir cosas maravillosas perceptibles para todo el que las lee.
Cuando las palabras no saben nacer de mis cuerdas vocales, éstas viajan hasta mis dedos, que poseídos por el placer de la escritura plasman en un papel o en un blog de internet lo que ansioso por salir tengo dentro de mí.
Espero que mis palabras lleguen a quienes sepan apreciarlas.Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.comBlogger36125truetag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-48032132837727254242014-11-26T13:23:00.001+01:002014-11-26T13:24:12.891+01:00El buen uso.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZFszqqFiURmNrmY6vyglcCeN-BewLhKhR8Ed2_KhIy1HngEtnyTGv9mbrDc4WuACKUZ-2F-ncYMk7_V5glnojTFTceksCIxTZZiTX_ZZuoUd7J5Z1FQjZ0gvjclBstrE8cW6nGYbSokDo/s1600/foto11.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZFszqqFiURmNrmY6vyglcCeN-BewLhKhR8Ed2_KhIy1HngEtnyTGv9mbrDc4WuACKUZ-2F-ncYMk7_V5glnojTFTceksCIxTZZiTX_ZZuoUd7J5Z1FQjZ0gvjclBstrE8cW6nGYbSokDo/s1600/foto11.jpg" height="274" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<i>-¡Vas a llegar tarde!</i>- Gritó su madre.<br />
<br />
Éso, un claqueteo de llaves y unos tacones fue lo primero que oyó ese día. Después, la puerta de la calle cerrarse.<br />
<br />
Confusa todavía por el insomnio sufrido unas horas atrás se estiró a lo largo y ancho de la cama y apartó el edredón a un lado.<br />
<i>"Qué frío"</i>, pensó, así que se levantó de golpe y corriendo de puntillas fue hasta la alfombra (esa roja que está delante del armario).<br />
Cogió la camiseta negra, el pantalón vaquero y el jersey gris. Se calzó aprisa y se giró hacia el espejo.<br />
Como cada mañana, se puso cuatro horquillas; dos a cada lado, y revisó los probablemente tres nuevos granos de su cara.<br />
<br />
Café y pis matutino, y a la carga: <i>"Parece que llueve, cogeré un paraguas"</i>.<br />
<br />
Una vez en la calle saludó al portero y se dirigió a la parada del autobús, donde como siempre a las ocho y cinco le faltan cuatro minutos.<br />
Un día rutinario de una vida cualquiera en este mundo, pensarían algunos.<br />
<br />
Pero ese día era especial. Casualmente una mujer de unos setenta y pico años, bajita y algo canosa cargada con un cuaderno de cartulina bastante deteriorado se acercó a ella con una entrañable sonrisa.<br />
<br />
<i>- Buenos días, hija. ¿No sabrás qué autobús lleva al mercado, verdad?</i><br />
<i>- El veintidós le deja en la puerta, señora. Es el que yo cojo, si quiere le puedo indicar en qué parada se tiene que bajar.</i><br />
<i>- ¡Ay!, pues si eres tan amable... Es que no vivo aquí, ¿sabes? Nací aquí, en el barrio de La Paz. ¡Madre mía si ha cambiado ésto desde entonces!</i><br />
<i>- Ya imagin...</i><br />
<i>- Tiene mi hija la mayor cincuenta años... Pues yo me fui hará cincuenta y cinco. ¡Cincuenta y cinco! Y me da ahora por volver. Mis hijos no lo aprueban, ¿sabes? Dicen que qué pinto aquí yo sola. Como mi marido murió, pues piensan que me tengo que quedar llorando en casa. ¡Anda a paseo!</i><br />
<br />
La chica se sonríe tímidamente, pues la abuela le hablaba con gracia pero tampoco quería ofenderla. En ese instante el autobús veintidós se detuvo en la parada.<br />
<br />
<i>- ¿Es éste?</i><br />
<i>- Sí.</i><br />
<br />
Y suben.<br />
<br />
¡Pí!<i> </i><br />
<i>- ¿Adónde tengo que darle?</i><br />
<i>- Aquí. Pase su tarjeta.</i><br />
<i>- ¿Cuál? Creo que yo no tengo de éso.</i><br />
<i>- No se preocupe, ya le "pico" yo.</i><br />
¡Pí!<br />
<i>- Muchas gracias, maja. Me alegra saber que la gente de aquí sigue siendo así de cercana.</i><br />
<i>- No es nada, mujer.</i><br />
<br />
La señora mayor se acomodó en un asiento de los que miran hacia adelante, porque si no se marea. Élla se quedó de pie.<br />
<br />
<i>- ¿Cuántas paradas son hasta el mercado, chica?</i><br />
<i>- Todavía queda un rato. Yo me bajo en la siguiente a la del mercado, así que no se preocupe que yo le aviso cuando éso.</i><br />
<br />
Se hizo el silencio durante un momento. Por las mañanas, a la chica no le gusta hablar demasiado con la gente. Aún así la anciana despertó curiosidad en ella.<br />
<br />
-<i> ¿Y dice que está aquí sola? ¡Qué valiente es usted por venirs...</i><br />
<i>- Bueno, tanto mis hijos como mis nietos viven en el extranjero. La crisis, que es muy mala.</i><br />
<i>- Desde luego... ¡De no ser por la crisis me estaría recorriendo el mundo en autocaravana! </i><br />
<i>- ¡Anda!</i><br />
<br />
Ambas se sonrieron.<br />
<br />
-<i> Pues seguro que lo acabas haciendo.</i><br />
<i>- Ojalá. Pero bueno, todos tenemos sueños, ¿no?</i><br />
<i>- Claro que sí, claro que sí.- asintió la mujer, como empatizando con élla.- ¡Si no qué te crees que hago yo aquí!</i><br />
<br />
La chica arqueó las cejas a modo de "cuénteme".<br />
<br />
<i>- Es un secreto, pero como no te conozco de nada te lo voy a contar.- Puso un gesto de complicidad. - Hace unos sesenta años hice una promesa. Cuando conocí a mi marido, que en paz descanse, resulta que tenía el corazón dividido.</i><br />
<br />
La mujer se ruborizó y puso una sonrisa pícara.<br />
<br />
- <i>Tomé mi decisión pensando en...</i><br />
<i>- En su bien.</i><br />
<i>- No, no, no. ¡En el del tercero en discordia!</i><br />
<i>- Ah...</i><br />
<i>- La vida es muy compleja, niña. Y antes aún más. Y si a éso le añades una mujer compleja, imagínate.</i><br />
<br />
La mujer mayor se quedó mirando al infinito, como si estuviese tratando de recordar algo.<br />
<br />
-<i> Tenía los ojos negros. Su mirada siempre me intimidaba, pero yo nunca se lo hice saber. ¡Menuda era yo!</i><br />
<i>- ¿Fueron novios?</i><br />
<i>- Qué va. Precisamente de éso lo salvé.- Dijo soltando una carcajada.- Le hubiese atormentado como hice con mi marido. Pobrecico mío, qué bueno que era... Mira que atreverse con un torbellino como yo. La cosa es que lo del otro mozo era como en las películas, ¿has visto películas de romances?</i><br />
<i>- No me apasionan, pero sí.</i><br />
<i>- Bueno, pues era igual. Era de ese amor que sólo se disfruta al principio.</i><br />
<i>- Pero eso luego siempre acaba. De hecho dicen que el enamoramiento no dura más de tres años.</i><br />
<i>- Claro, pero es que lo nuestro nunca pasó del principio.</i><br />
<br />
La anciana miró por la ventana.<br />
<br />
<i>- Oye, ¿aún falta mucho para el mercado?</i><br />
<i>- Tres paradas.</i><br />
<i>- Ah, bueno.</i><br />
<br />
La chica volvió a retomar la historia.<br />
<br />
- <i>¿Y dice que fue él el que le trajo de vuelta?</i><br />
<i>- Pues sí. En realidad nunca dejamos de estar juntos, aunque sí de vernos. Te estoy haciendo un lío, ¿verdad? Es que eres muy joven para entender ésto.</i><br />
<br />
El autobús se detuvo y la mujer, llevando la cuenta, susurró: <i>"dos"</i>.<br />
<br />
- <i>Mira, chica; cuando ya no queda nada más en el mundo, cuando ves que tu vida parece estar acabando... Hay personas que deciden resignarse y parar.</i><br />
<i>Yo he decidido, ahora a que a estas alturas no hay peligros, ni odio, ni dolor; ser feliz, ser egoísta y amar.</i><br />
<i>- ¿Va a buscarle a él?</i><br />
<i>- No. Él va a encontrarme a mi.</i><br />
<i>- No se ofenda pero parece estar muy segura...</i><br />
<br />
<i>"Una"</i>. La mujer se levantó y se preparó para bajar en la siguiente parada. Apoyó su mano en el brazo de la chica acariciándolo cariñosamente con el dedo pulgar y le dijo:<br />
<br />
- <i>El amor existe, hija mía, pero hay que saber usarlo.</i><br />
<br />
Cuando el autobús se detuvo la señora mayor se bajó, y justo a la izquierda de la puerta del mercado, la chica vio desde la ventana cómo un anciano de ojos negros que vendía postales levantaba la mirada y la clavaba en la anciana del cuaderno, que a su vez hacia él se aproximaba.<br />
<br />
El autobús arrancó, los ancianos se quedaban atrás, acercándose entre sí. Élla volvió a mirar al frente y fue entonces, un día cualquiera de camino al trabajo, cuando comprendió que nunca es tarde para <strike>amar</strike> vivir.<br />
<br />
<br />
<br />
.<br />
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Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-53888651515267015712013-11-15T19:25:00.002+01:002013-11-15T19:31:59.207+01:00Dejarse caer, fluir y ser.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijK0L36dUwkECeVgFN84345Bjpquhau06o0zgA3DMMc6tVUHg55EcKygf9WdcD5HRCl5sZXzEXV7P9l-F96Nck3cdUiZSnu1UB2LZodh-7SbrQUoA8hrFNF6kmAGDl5jW-wpoMQ9blxNdD/s1600/dejar-fluir.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="153" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijK0L36dUwkECeVgFN84345Bjpquhau06o0zgA3DMMc6tVUHg55EcKygf9WdcD5HRCl5sZXzEXV7P9l-F96Nck3cdUiZSnu1UB2LZodh-7SbrQUoA8hrFNF6kmAGDl5jW-wpoMQ9blxNdD/s320/dejar-fluir.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
Una gota de agua que cae, que se desnuda poco a poco. Desde el cielo cae, y se deja atraer por la tierra.<br />
Sin paracaídas, sin telas de araña. Sin señales de "stop" que le cuestionen.<br />
Un ver venir el suelo. Un choque. Una repentina explosión. Una fragmentación, una división. Un vals con el momento.<br />
Una fusión, una expansión. La mezcla homogénea. Una simbiosis, un cambio, una unión.<br />
Y el fluir.<br />
<br />
Como una gota que se une al mar, te mezclas con la gente desde el momento en el que naces.<br />
Sin conocer más allá de lo que tienes a menos tres milímetros de tu piel. Sin más olor que el que te envuelve, nos atrevemos a fluir y unirnos al universo que nos rodea. Sin nadie preguntarnos si nos convence, si nos place. Sin un permiso previo que te argumente un porqué anexionarse al mundo.<br />
<br />
Osamos pronunciar palabras, letras conjuntas que no son más que un medio de transporte para tu persona, tu ser. Las palabras nos definen, forman un dibujo de nuestra alma en cada frase que construimos. Nos enseñan a describir el momento en el que nuestro vello se eriza, nos muestra cómo explicar cualquier pensar de nuestra mente. Y nos representan.<br />
<br />
Sentimos cosas, sentimos virutas de polvo por dentro. Por fuera, sentimos amor. Y odio. Y volvemos a sentir.<br />
Nuestro mundo, reducido a la parte que nos hace ser felices, siente con nosotros y formamos lazos con la gente antes desconocida. Para nuestro agrado, hacemos amigos. Somos felices con la compañía de los seres que nos rodeaban antes sin nosotros saber de su existencia.<br />
<br />
Y fluye. La gota fluye cada vez más unida con su nuevo medio natural. Mezclándose, y bailando con los otros pedazos de sí misma que encuentra entre los otros individuos.<br />
<br />
Surgen tormentas, y éstas remueven el agua, dejando a cada gota en un lugar nuevo, o no distinto al anterior. Siguen siendo gotas, aunque no compuestas de lo mismo, con diferentes moléculas, con diferente ubicación.<br />
¿Y ahora? Dejar de ser la gota que fue, o esforzarse en formarse como nueva gota en un nuevo universo.<br />
<br />
Dejarse fluir, y comprender, que nunca abandonas un océano al sacudirte hasta otro. Pues cada océano con su vecino se comunica, y el que no, va a parar al de al lado. Así es, que en todo el universo un lugar no deja de estar al lado de otro, y a cada uno se puede ir desde cualquier otro.<br />
<br />
Un individuo, aunque se vea desconocido o perdido en la otra esquina del mundo, nunca dejará de sentir lo que sintió, ni de oler lo que un día inspiró. No dejará de saber, y tener a cada persona que vio.<br />
<br />
"Que no dejará de ser<br />
lo que un día, lejano o no,<br />
fue".<br />
<br />
<br />
.</div>
Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-4725038327649529432012-10-30T21:03:00.002+01:002012-10-30T21:03:43.906+01:00Until we burn.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrstQTMeyIgWRpGk9FfoGh0FA1QuxhXu6-XKjMvLLMIe9iCxXsSukzu-RhsmASw3i3OJ9283jgZJvTDfwSfNTE1xkHaOTMwhul80zHCc1zvAtbFMQ48CKwstr5DxHaSd1UCv4kOGx6tjZ_/s1600/black-and-white-blink-cry-effy-effy-stonem-Favim.com-368845_thumb.gif" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="333" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrstQTMeyIgWRpGk9FfoGh0FA1QuxhXu6-XKjMvLLMIe9iCxXsSukzu-RhsmASw3i3OJ9283jgZJvTDfwSfNTE1xkHaOTMwhul80zHCc1zvAtbFMQ48CKwstr5DxHaSd1UCv4kOGx6tjZ_/s400/black-and-white-blink-cry-effy-effy-stonem-Favim.com-368845_thumb.gif" width="400" /></a></div>
Como un corredor antes de salir.<br />
Como un galgo antes del disparo.<br />
Como el instante que precede al bombardeo.<br />
Como el segundo anterior a un paro cardíaco.<br />
Como el centímetro que hay justo antes del choque en un accidente.<br />
<br />
Sin pulso, con el corazón a toda máquina.<br />
Guardando la primera lágrima. Sabes que detrás irán billones.<br />
<br />
El tiempo se ralentiza mientras abres la puerta. Está lloviendo en blanco y negro.<br />
<br />
Un suspiro te impulsa y te echas a correr, queriendo alcanzarlo. Lo tienes delante y no puedes tocarlo.<br />
Corres, y se escapa delante tuyo.<br />
Cae la primera lágrima, se te escapó. Detrás la segunda, y la tercera. Una mezcla homogénea de sudor, lágrimas y lluvia te empapa, pero no te detienes.<br />
<br />
No hay coches, no hay personas por la calle. No hay semáforos, ni sol, ni luna.<br />
Corres más rápido. Está en el horizonte, y cada zancada que das lo aleja esa misma distancia más allá.<br />
Está ahí, y no está. Le gritas que pare, pero no te oye. Le exiges que te escuche, pero te ignora.<br />
<br />
No para de llover, empieza a aparecer un sobrealiento que te deja sin fuerzas.<br />
Paras, levantas la vista, y ahí sigue. Inmóvil, esperando a que arranques a correr de nuevo.<br />
Como un polo opuesto que no puede mantenerse a menos de la distancia energética mínima.<br />
<br />
Condenado a vivir contemplándolo a unos metros de tí, sin poder alcanzarlo.<br />
Siempre llueve en tus ojos, porque verlo te quema, y necesitas socorrer ese fuego.<br />
Condenado a extinguir ese ardor, sin poder decirle que su intocable presencia es el origen de ese incendio.<br />
Condenado a obviarlo, condenado a odiarlo, porque quema un poco menos.</div>
Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-82695041522669722872012-10-15T22:16:00.000+02:002013-11-17T16:57:51.598+01:00Los sueños no siempre sueños son.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
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[ Recomiendo, mientras se lee el texto escuchar: <a href="http://www.youtube.com/watch?v=ABYo1pOWsZk&feature=youtu.be">http://www.youtube.com/watch?v=ABYo1pOWsZk&feature=youtu.be</a> ]</div>
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</div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfYRBuKMkXKrZ9FDBrFNRg9rV31dyE7qWumMz8Tzb8Z1nku9wHvE_nR83dip10sIi-Crigd4sRBLTyUZgtM-pVCAPejeFDJL6_VTLt0QgjIjIu3TTA61nMIqCXlfnbDA1YMvpaaOHkyJR9/s1600/stock-illustration-7331029-sixties-colour-explosion+(1).jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="282" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfYRBuKMkXKrZ9FDBrFNRg9rV31dyE7qWumMz8Tzb8Z1nku9wHvE_nR83dip10sIi-Crigd4sRBLTyUZgtM-pVCAPejeFDJL6_VTLt0QgjIjIu3TTA61nMIqCXlfnbDA1YMvpaaOHkyJR9/s320/stock-illustration-7331029-sixties-colour-explosion+(1).jpg" width="320" /></a></div>
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En un abrir y cerrar de ojos apareces, como si te hubieran tele-transportado desde un lugar muy lejano y completamente ajeno a en el que estás.</div>
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<br /></div>
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Suena una música tenue que te induce a una mezcla entre tristeza y aburrimiento.</div>
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A tu alrededor, caras largas, como las de El Grito, de Edward Munch. Pero con un toque de Scream. Muy feas.</div>
<div>
Una luz indirecta y fría, que parece echar a todo aquel que quiera entrar en ese sombrío lugar. El suelo es de un grafito helado, y las paredes de pizarra mate. Estás agotado, te encuentras exprimido al cien por cien a pesar de no estar haciendo absolutamente nada.</div>
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<br /></div>
<div>
Quieres preguntar a la gente que te rodea, pero la verdad, no tienen mucha pinta de poder responderte, y aunque pudieran; estás demasiado cansado como para formular una palabra.</div>
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Esa música estruja tus músculos y los introduce en un inevitable y amuermado sueño.</div>
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<br /></div>
<div>
De repente. Y sí, siempre de repente. Un rayo recorre tu cuerpo dejándolo destemplado.</div>
<div>
En el fondo más profundo de esa lúgubre música empieza a sonar un ritmo de bajo que parece que va en aumento, apoderándose de la endeble melodía.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Cada vez se oye más ese nuevo ritmo, y parece que el suelo comienza a arder. Empieza a sonar una nueva melodía más acorde con este sorprendente bajo. Del límite entre el suelo y la pared brotan unas sinuosas y floridas hiedras de tizas de colores que inundan la desnuda pizarra.</div>
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<br /></div>
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La música hace vibrar los focos, que adoptan colores ni siquiera visibles para el ojo humano, pero sí perceptibles por la piel. Las caras largas, los Screams ahora son smilies que derrochan efusividad. </div>
<div>
Los Gritos son excitadas caras que bailan al son que crecen las hiedras, y éstas al ritmo de la ferviente música. Tu sangre hierve. Tus hormonas son una orgía que amenazan con reventarte si no sonríes ya.</div>
<div>
Tus brazos han perdido el control. Saltas. Saltas. Saltas.</div>
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<br /></div>
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Las notas, gotas de sudor, colores, luces aumentan más y más la densidad del lugar. No estás cansado, estás descontrolado. Estas eufórico. Estás en tu pleno momento de felicidad.</div>
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<br /></div>
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La gente de tu alrededor se desvanece, la música se atenúa. Tienes sobrealiento.</div>
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Los colores se van. Las hiedras vuelven a esconderse. No hay brillo, ni luces. Oscuridad.</div>
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<br /></div>
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Abres los ojos de nuevo. Almohada empapada en sudor.</div>
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<br /></div>
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No siempre los sueños significan algo tan distinto a lo que muestran.</div>
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<br /></div>
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Sonríes, te estiras, y te planteas por dónde comenzar a llenar tus espacios grises de oleadas de color.</div>
</div>
Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-90022023756029096992012-09-26T22:31:00.000+02:002013-11-17T16:58:51.056+01:00(Pasa a) la Historia<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
Una de las historias que empieza por el punto final.<br />
Sin obligación de tener que ser por obligación, pero simplemente lo hace. Por las circunstancias, por un mal deseo ajeno, o por el mero hecho de que ha de ser así.<br />
<br />
El desenlace de una película mala danesa.<br />
Sin entender nada, sin poder discutir un argumento, sin un buen o mal sabor de boca.
El limbo de todos los finales antes escritos. El triunfo de un pobre y excéntrico director.<br />
<br />
¿El desarrollo?<br />
Muchos posibles. Ninguno importa.
Como en la mayoría de comedias románticas americanas; malentendidos, mal meteduras malintencionadas, y una carencia de interés por la aclaración post-conflicto.
(Siempre habría que plantearse la existencia de éste si bien nos agarramos al clásico "dos no discuten si uno no quiere").
En cualquiera de los casos, un paupérrimo propósito de sucesos con final deleznable.
<br />
<br />
Comienzo. la Historia.<br />
El mejor comienzo jamás escrito, filmado e imaginado. Eso sí, al margen de personajes secundarios mal introducidos a lo largo del desarrollo.
Un comienzo bípedo brillante e inigualable. Olvidando banales flechas o distancias mal puestas. La fuerza personificada en dos. Algo único y sagrado. Aparentemente inquebrantable.<br />
<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLIhF38_LQDGylMJEhI42s0XIHrWqHbHAJlCH-BvgTWrpGwonn8gJ9688Ihq0AoNg9QTX3Fgrc52ey7rdG2cOWMFPNBLk-wDgQnfEPFxnPn4WsMez98ga2GGLdmERn25iJG5squRnnyVsM/s1600/trailer-la-voz-dormida.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="195" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLIhF38_LQDGylMJEhI42s0XIHrWqHbHAJlCH-BvgTWrpGwonn8gJ9688Ihq0AoNg9QTX3Fgrc52ey7rdG2cOWMFPNBLk-wDgQnfEPFxnPn4WsMez98ga2GGLdmERn25iJG5squRnnyVsM/s320/trailer-la-voz-dormida.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
.<br />
<br />
"Una mujer siempre debería recordar que no necesita a nadie que no la necesite a ella".</div>
Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-90069052441724096972012-07-30T19:00:00.000+02:002012-07-30T19:00:42.536+02:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZgGRtmj2vfp_g18r8_FnvbVAXXMmrjMaXfHk0rmRf8HZ8PYmCfc7TuznjWFQ7V-uHU6y0pRQydD1H6Ndsa-zZYt87SVTq_-U0dH_61o07Ow1tj6G2Ow9vgUv9gmxiBYlpBXozKV1lzyPp/s1600/zZBVeOTiFt0P6DwOwB7E.0.jpg" imageanchor="1" style="clear:left; float:left;margin-right:1em; margin-bottom:1em"><img border="0" height="239" width="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZgGRtmj2vfp_g18r8_FnvbVAXXMmrjMaXfHk0rmRf8HZ8PYmCfc7TuznjWFQ7V-uHU6y0pRQydD1H6Ndsa-zZYt87SVTq_-U0dH_61o07Ow1tj6G2Ow9vgUv9gmxiBYlpBXozKV1lzyPp/s320/zZBVeOTiFt0P6DwOwB7E.0.jpg" /></a></div>
Era un parque, o un bosque, o un desierto.
Estaba vacío, o estaba lleno.
Había humo, y claridad.
Muchas caras conocidas, ninguna que te resultara familiar.
Eran figuras de humo.
Era un sótano.
Así que bajé, o subí.
Y me ví, con aquel soñador que me rescató entre la Niebla.
Saludé al caprichoso Destino. Me dio la mano la Noche Estrellada.
Algo desubicada, le pregunté al conductor del Tranvía, que estaba tomando algo con mi compañero de viaje a las Mejores Memorias.
y Así fue, me crucé con aquella mirada del pabellón.
Una mente Agitata conmovió mi alma, y me recordó que a veces pensar es Inútil.
¿Quién soy, de donde vengo, y adónde voy? Me inquietaba.
Entonces Cuerpo Triste me sonrió, y me señaló a la amada Carmen.
Entonces comprendí, donde estaba, qué buscaba y dónde lo podía encontrar.
Estaba en mi mente, me había vuelto reversible.
Me subí a la casa del árbol y Acampé justo Donde todo empieza.
Allí podré hablar con quien quiera, cuando quiera, y decirle lo que me apetezca.
El sitio más cómodo del universo, mi hogar. Mi inmensa e infinita mente, que nunca me deja desnuda. La que nunca permite que pase frio, o hambre.
La que cuando echo en falta a alguien, me lo trae a menos de un centímetro de distancia para que pueda sentirle más cerca que nunca.
Gracias, por no tener Límite.Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-37384847606298789162012-07-09T19:15:00.001+02:002012-07-09T19:15:32.166+02:00El límite.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIJ_TS-bN5IOeMd9sjj4dyRCNOb-CMDvMRE2UpU5OaJTgFzjjrjndFy0xltPK2Hc7YVUZg7I2EeP_ugxfD6m1_-afSoINjTKlLuz4vhBOSt_ZH1EOhyR-hyd1uFEtJG03BCj8Jf2M0aisM/s1600/Pride.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIJ_TS-bN5IOeMd9sjj4dyRCNOb-CMDvMRE2UpU5OaJTgFzjjrjndFy0xltPK2Hc7YVUZg7I2EeP_ugxfD6m1_-afSoINjTKlLuz4vhBOSt_ZH1EOhyR-hyd1uFEtJG03BCj8Jf2M0aisM/s320/Pride.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
<br />
¿Dónde está el límite?<br />
¿Cuando hay que dejar de remar al comprender un destino inalcanzable?<br />
Nadie nos lo dijo nunca.<br />
Nos enseñaron a limpiarnos con la servilleta antes y después de beber agua durante las comidas, o a taparnos la boca al bostezar.<br />
<span style="background-color: white;">Pero ¿qué hay de esas dudas internas que se nos plantean en el momento más inesperado?</span><br />
<br />
El otro día, como en otras muchas ocasiones me encontraba muy dentro de mí, montada en el autobús, consultándome cosas e imaginando paralelas alternativas.<br />
No recuerdo qué canción sonaba en mis cascos, pero sí sé que era una de esas que te pinchan de una manera profunda, ablandándote el lagrimal.<br />
<br />
Tenía un cúmulo de cosas en mi mente, dando vueltas y sacudiéndome como si no tuvieran nada mejor que hacer. Al tener práctica en esto de las batidoras mentales, apoyo gran parte de mi carga en alguien en quien suelo pensar para sentirme mejor, y no tan sola. Y al hablarle sin decir nada, me preguntaba lo siguiente; ¿hasta qué punto he de castigarme por cosas de las que sé que no tengo culpa? ¿Por qué me tengo que preocupar de asuntos que no están en mi mano? ¿Por qué hay que tener ese sentimiento de remordimiento constante, como si fuese una penitencia?<br />
<br />
Y me di cuenta, sin que nadie me contestase, de que el límite está en mí. Quiero decir, en ti. Quiero decir, cada uno.<br />
No podemos evitar que nos pasen cosas. Es decir, nuestras vidas están llenas de gente que interviene en ellas, y cada una de esas personas actúa como un individuo diferente, afectándote de una manera u otra.<br />
Con ésto quiero llegar a que no todas las decisiones que se toman en tu vida dependen de ti. Ahora, eres tú el que decide qué importancia darles.<br />
<br />
Personalmente, tampoco veo justo hacer desprecio a nadie. Simplemente, si alguien decide no apreciarte a ti o ponértelo difícil para que tú lo hagas... Comprende que el problema no lo tienes tú. Y por ello, no debes castigarte.<br />
<br />
Tú eres grandioso como eres.<br />
<br />
<br />
<br />
.</div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-13830026173903190362012-06-16T17:45:00.001+02:002012-06-16T17:45:37.220+02:00Mujer<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjx-Q2HCt0lWbQoowfdnUuUQoXK78X23_7pnra2sXwgHWhORjyFlMNh6wOp4TsE8Um4EDKr4xJ3Vy1iEt2EqC7ol7prirINnjP8bgJSkdQjT3q2nmGfZCbY4Y_hy6Dyosx5C3vzncx94wFA/s1600/mujer.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjx-Q2HCt0lWbQoowfdnUuUQoXK78X23_7pnra2sXwgHWhORjyFlMNh6wOp4TsE8Um4EDKr4xJ3Vy1iEt2EqC7ol7prirINnjP8bgJSkdQjT3q2nmGfZCbY4Y_hy6Dyosx5C3vzncx94wFA/s320/mujer.jpg" width="239" /></a></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
Y dijo:<br />
<div>
<br /></div>
<div>
Qué linda eres.</div>
<div>
Qué bonita te ves.</div>
<div>
Qué sonrisa tan dulce tienes.</div>
<div>
Qué mirada tan valiente.</div>
<div>
Qué manos tan fuertes y sinceras.</div>
<div>
Qué nariz tan perfecta para oler el aire.</div>
<div>
Qué vientre, tan bello para albergar vida.</div>
<div>
Qué piernas, tan ansiosas por caminar.</div>
<div>
Qué pies, tan impacientes por hacer suyo el suelo.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Qué linda, pero <strong style="background-color: white; font-family: verdana, sans-serif; font-size: 12px; text-align: center;"><span style="font-size: 14pt;">♀</span></strong>ué linda eres, mujer.</div>
<div>
<br /></div>
</div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-11384780422177438162012-04-24T02:08:00.000+02:002012-04-24T02:08:19.762+02:00Donde todo empieza.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3N4URxYM6Ap34ZexnjCUccT5gMguD7p9YznjkxWBeghkoH8NHTwDQoY4UYGIyjhfLiIBuLYgRgNDnpC5-UiwgC4d2-PO7iWRa8OAsUp_ZLVRmkVkTnQCByJCW_XqHlheE8PURs2EE6Hrl/s1600/GuitarraJavifreitas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3N4URxYM6Ap34ZexnjCUccT5gMguD7p9YznjkxWBeghkoH8NHTwDQoY4UYGIyjhfLiIBuLYgRgNDnpC5-UiwgC4d2-PO7iWRa8OAsUp_ZLVRmkVkTnQCByJCW_XqHlheE8PURs2EE6Hrl/s320/GuitarraJavifreitas.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
Sentado, soñando dentro de sí mismo, empuñaba la guitarra, como si de un arma inofensiva se tratara.<br />
La cogía con fuerza, de una manera firme, y al mismo tiempo con una delicadeza similar a la de una mano que guarda un gorrión herido.<br />
<br />
Él a cuerda pinzada, las primeras notas.<br />
Ella, con ganas de escuchar la nota que viene después.<br />
Traste arriba, traste abajo, desnuda a la guitarra.<br />
Ella, se adentra en la música, le tiemblan los pies.<br />
<br />
Él, alargando las notas, se convierte en música.<br />
Ella, con la mirada perdida, serpiente encantada.<br />
Allegro, él se concentra en no fallar un acorde.<br />
Ella, comprende y pronto sonríe, embobada.<br />
<br />
Él a cuerda frotada, sonriendo con ritmo.<br />
Ella, siguiendo sus manos con la mirada.<br />
La canción acaba, las notas se apagan.<br />
Ella, serpiente embobada... Enamorada.<br />
<br />
<br />
.</div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-74650105323705243532012-04-16T13:03:00.001+02:002012-04-16T13:05:49.406+02:00¿Acampamos?<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFINVaObzHdYDiUEGdKvCo_v2kGgCxd4YRy2PiDUdfpUYYK8dp5rZlq0ZCumuMHHzXXvD1fAr98EFRpAE840oFrE3Hea740zkGHKn2wDaDilQmuD6t6Fqttoc0g8Bfhsae1HISjg3kTFZV/s1600/treehouses002s0oi.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFINVaObzHdYDiUEGdKvCo_v2kGgCxd4YRy2PiDUdfpUYYK8dp5rZlq0ZCumuMHHzXXvD1fAr98EFRpAE840oFrE3Hea740zkGHKn2wDaDilQmuD6t6Fqttoc0g8Bfhsae1HISjg3kTFZV/s320/treehouses002s0oi.jpg" width="293" /></a></div><br />
<br />
<br />
Naces de una semilla, pequeña, insignificante, frágil, fácilmente perdible. Pero naces.<br />
<br />
Y ahí empieza el proceso. Desde el suelo, no sabes cuán alto vas a llegar, ni lo cerca que vas a estar del cielo.<br />
<br />
Un libro en blanco se abre ante tí, ofreciéndote una suave pluma con la que escribir tus pasos.<br />
Vives en un ecosistema hecho a tí, amoldado a tus raíces. Puedes alimentarte de lo que se te ofrece, y enriquecerte con nutrientes que intervienen en tu vida día tras día.<br />
<br />
Un tallo inocente y feliz, algo endeble, pero con ilusión por alcanzar algún día las nubes.<br />
Tus sueños afloran de cada gota de savia que corre por tus venas. Y crees en ello.<br />
<br />
Pasan los años y duele, es complicado; pero sin darte cuenta tu tallo se convierte en un tronco que cada vez será más duro. Ya no recuerdas lo maleable que podías llegar a ser. Tu corteza está creciendo en ti, y tus sueños cada vez quedan atrapados en una parte oculta de tí. Cada vez más adentro.<br />
<br />
A lo ancho y a lo largo, hacia arriba y hacia abajo.<br />
Es curioso, incluso irónico. Cuanto más cerca estás del cielo más tienes los pies en la tierra, como si estuviesen atados a ella.<br />
Soñar sigue estando al alcance de un pensamiento, y tan lejos como real es la realidad.<br />
Llueve, nieva, graniza, y tu tronco lo para todo. Se daña, envejece, se estropea, pero hace su función.<br />
¿Y el tallo? Pues en el interior, ajeno a las lluvias y a la erosión, cohibido y ansioso. Olvidado.<br />
Piensas en plantarte, en detener ese viaje hacia lo más alto. Te cansas.<br />
<br />
Te propongo, acampar. Acampar en mitad de tu crecimiento. Pedir a los anillos de tu tronco que pongan la pausa a su tiempo. Construyamos una casa alrededor de tu árbol. Y descansa.<br />
Mira hacia abajo, siéntete orgulloso del camino recorrido hasta ahora, y mira lo alto que has llegado ya. Ahora, mira hacia arriba, y no veas lo que queda por subir, sino quédate con lo alto que puedes llegar.<br />
<br />
Márcate un "imposible" por meta, pero ten siempre un camino, una dirección. ¿Inventada? Me parece bien, pero nunca, nunca dejes de soñar.<br />
<br />
<br />
.</div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-69898551573279731642012-03-12T04:27:00.000+01:002012-03-12T04:27:32.852+01:00Como los chicos pequeños.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv5iyLMI9vgdlU2KArtEeHGisXIGNQGV5mOi-B9IorAXaTywG7vdpO0ge-u4Afmi0Y0R5E6Xpb9P_pm8PLfrBsp4mr8OJEFJXrivuRy6LphjyPss96JWSK3vZWcUSrQYGQlP6z43vE8fhO/s1600/lamina-beso-de-ninos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiv5iyLMI9vgdlU2KArtEeHGisXIGNQGV5mOi-B9IorAXaTywG7vdpO0ge-u4Afmi0Y0R5E6Xpb9P_pm8PLfrBsp4mr8OJEFJXrivuRy6LphjyPss96JWSK3vZWcUSrQYGQlP6z43vE8fhO/s1600/lamina-beso-de-ninos.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">¿Recuerdas cuando éramos pequeños? </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Cuando lo único que importaba era lo que estaba a flor de piel, cuando la mayor complicación que había en nuestras vidas consistía en una nueva manera de tirarse por el tobogán.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Cuando no existían los dobles sentidos, ni los sentidos dobles.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Cuando la subliminalidad era algo extraterrestre, cuando las mentes retorcidas vivían en otra galaxia.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Cuando nada personal nos molestaba, cuando lo más desagradable era el sugus de limón.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Cuando un beso era un beso, y no distinguías entre si era uno enfadado, eufórico o enfermizo. Sólo un beso.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Cuando las sonrisas no escondían doble moralidad, cuando dar los buenos días sólo podía ser sano.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Cuando tu mayor aspiración era ser un superhéroe.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Cuando la pregunta "¿tú que eres?" sólo tenía la respuesta posible de "un niño".</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Crecemos, nos retorcemos, nos complicamos... Y parece que no nos importa.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Nos conformamos con convertirnos en unas máquinas de manipular y malpensar, y nos dejamos llevar.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">¿No te has parado a pensar? </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Hazlo.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Siéntate. Cierra los ojos. Visualiza el recuerdo de tu sonrisa de chico pequeño. Déjate contagiar. Vuelve a sentir la sensación de paz inocente que invade todo tu ser. Permítete querer desinteresadamente. Huele la libertad de tu alegría.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">No analices, no calcules, no midas. Siente.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">Limpia de polvo de prejuicios cada momento que se te brinde.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">La vida es más simple que todo eso.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"></div>Echa a empujones las lágrimas de ira que te queden guardadas, y rellena el lagrimal con millones de litros de lágrimas espontáneas. De esas que salen desde lo más adentro de tí.<br />
Comprende, que la luna no es puta. Que sólo se desnuda porque no tiene nada que ocultar.<br />
<br />
Disfrázate de niño.<br />
<br />
¿No es maravilloso?<br />
Salir a la calle, balanceando los brazos, caminando a pequeños saltitos.<br />
Correr hacia el puesto de chocolatinas y llegar con una sonrisa y sobrealiento.<br />
Sudar en pleno mes de Marzo por jugar a perseguirte por toda una habitación.<br />
Que todas las personas del autobús te oigan reir.<br />
Caminar por los bordillos como si fuera de ellos sólo hubiese un mar de lava.<br />
Decir que siempre quieres más, y más, y más.<br />
No rendirte en todo el día.<br />
Dormir tan agusto como si fueses a estrujar tus propios sueños.<br />
Guerras de almohadas que acaban contigo en el suelo.<br />
Guerras de cosquillas que rompen cristales y muebles y hacen que no tenga la menor importancia.<br />
Guerras a ver quién puede más.<br />
Guerras a ver quién quiere más.<br />
<br />
Jugar, retozarte, mancharte, caerte, reirte. Y que nada más importe.<br />
<br />
Ser feliz...<br />
<br />
Como los chicos pequeños.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
*Gracias a ti. Por chico pequeño, y superhéroe.</div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-17550708716812520062011-11-24T14:25:00.001+01:002011-11-24T17:07:14.445+01:00Tatuajes sin tinta.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikjawi91qOPZViwXjbK4Z03h1rnBKf1hDa2s4Es4ouXtHQLaQoT3aCVwnYH-lWpMG191hc8hsfcM-ycFWMIBuw1A9Uiww6H7E6TJB-gZssq_qjPf014nyg5t27NyBgrwl0hkswv0tsY5Oe/s1600/arrugas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="228" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikjawi91qOPZViwXjbK4Z03h1rnBKf1hDa2s4Es4ouXtHQLaQoT3aCVwnYH-lWpMG191hc8hsfcM-ycFWMIBuw1A9Uiww6H7E6TJB-gZssq_qjPf014nyg5t27NyBgrwl0hkswv0tsY5Oe/s320/arrugas.jpg" width="320" /></a></div><br />
<br />
Estaba sentada y me divertía con el traqueteo del vagón cuando algo llamó mi atención.<br />
<br />
Mis ojos se fijaron como si de una brújula se tratase.<br />
No podía creer lo que estaba viendo, ni tampoco podía creer que llegase a fascinarme algo tan cotidiano.<br />
Aunque lo intentaba mi mirada no se apartaba de él. ¿Qué tenía, qué era?<br />
<br />
Me puse a analizarlo... Era una imagen tan agradable a la vista.<br />
Comencé a sentirme en calma, algo hacía que mi cerebro recibiese la orden de ser feliz.<br />
Cuanto más lo miraba más paz me transmitía.<br />
Yo, involuntariamente, esbocé una sonrisa. Tonta, inocente, despreocupada.<br />
Mi corazón empezó a latir con una regularidad dulce y tranquila, y una voz interior me decía "tranquila, respira... Todo está bien."<br />
<br />
Era un anciano octogenario, aparentemente como todos, arrugado y delicado.<br />
Y sin embargo era el ser más bello que había visto jamás.<br />
<br />
Estaba de pie, aunque había asientos desocupados. Sonreía, aunque nadie le estaba contando nada gracioso. Sus ojos tenían más vida que cualquier niño de ocho años.<br />
Poco a poco lo fui descifrando y, de repente, di con el motivo de mi admiración.<br />
<br />
¡Las arrugas! Eran como un mapa de su vida. Tenía arrugas en la frente, pero no eran de fruncir el ceño, sino de arquear las cejas.<br />
Entonces, me pregunté: ¿Cuántas veces le habrán sorprendido, cuánta ilusión habrá habido en su vida para que a los seguramente ochenta y pico años quede grabado en su frente?<br />
<br />
Se giró, y vi esa graciosa molla que se les forma en la nuca a los señores mayores algo rellenitos.<br />
Tenía una arruga prominente que marcaba perfectamente dónde empezaba el cuello de la camisa.<br />
Y me pregunté: ¿Cuántas veces se habrá parado a mirar las estrellas, cuántas noches habrá pasado imaginando qué esconde el cielo para que su cuello haya podido adoptar esa forma?<br />
<br />
Tenía la mirada perdida, miraba por la ventana, y sin motivo aparente agudizó unos grados su sonrisa. Me fijé en sus mofletes, algo desgastados, y en la frontera que formaban esas arrugas que parecen encerrar la zona del bigote, uniendo la nariz con la boca.<br />
Eran tan pronunciadas que no pude evitar preguntarme: ¿Cuántas veces habrá sonreido sin motivo, cuántas sonrisas habrá regalado al pararse a pensar en los detalles más insignificantes de la vida?<br />
<br />
Y ahí, donde acaban los ojos empezaban unas arrugas que formaban el dibujo más hermoso que se haya creado. Medio sol adornaba el rabillo de sus ojos. Eran sin duda las arrugas más pronunciadas de su cara, parecían líneas de palabras que contaban cada carcajada que había soltado a lo largo de su vida.<br />
<br />
Pensé: Seguramente este hombre haya sufrido como cualquier otra persona. Tendrá miles de dolores que recordar y llevar encima después de tantos años, pero en cambio ha preferido tatuarse sin tinta sorpresas, estrellas, pequeñas alegrías e inumerables carcajadas.<br />
<br />
Finalmente, llegaba a mi destino haciéndome una última pregunta: ¿Realmente somos capaces de seleccionar las cosas con las que queremos llegar hasta el final? ¿Es posible llegar a esa edad con una luz tan potente en los ojos? ¿Cabe la posibilidad de que cuando yo tenga ochenta años pueda transmitirle a un joven lo que este hombre me está transmitiendo a mi?<br />
Si es así, el sentido de la vida debe ser éste: Vivir para comprender que hacerlo merece la pena.<br />
<br />
El tranvía se detuvo. Le miré, y él me estaba mirando, creo que se dio cuenta de que había escuchado atentamente todo lo que él no me había dicho. Y, aunque me intimidó algo el contacto visual, aproveché a decirle como pude con una mirada y una leve sonrisa mis más sinceras "gracias, y buen viaje".<br />
<br />
<br />
<br />
.</div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-50156803400151655042011-11-19T22:18:00.001+01:002011-11-19T22:19:32.308+01:00El concierto.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiju3q3Y4IH0PSJwlkLMXw_-cFEbH9iv4ZgJltc3REUMAbzcIgm9YVsCbFCVZUC-x9K32epn3wMjHrxm3ZyZnyZ65Er9DSDKXF6aPsnrDtzb2MpHKv4c2FyMaz9WDqF3vlgPqY0LO3WkD68/s1600/42870.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="127" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiju3q3Y4IH0PSJwlkLMXw_-cFEbH9iv4ZgJltc3REUMAbzcIgm9YVsCbFCVZUC-x9K32epn3wMjHrxm3ZyZnyZ65Er9DSDKXF6aPsnrDtzb2MpHKv4c2FyMaz9WDqF3vlgPqY0LO3WkD68/s320/42870.jpg" width="320" /></a></div><br />
<br />
<div class="MsoNormal">Salieron de uno en uno, en fila, perfectamente ordenados y confusamente relajados.</div><div class="MsoNormal">El primero se colocó en el centro, mano izquierda en mástil. El segundo se sentó, piernas abiertas y empuñando baquetas. El tercero, al otro lado, se sentó tras la barra del bar de las teclas que visten color pingüino.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Cinco filas de asientos llenos, incluso los que no tenían ocupante:</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">“Un, dos, un, dos, tres, ah.”</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Y la música comenzó a sonar.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Manadas de miradas se perdieron en ese escenario, y es que el tiempo allí abajo no pasaba. Los minutos pasaron a ser compases, y los segundos a llamarse notas.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Cada golpe de bajo sincronizaba las sístoles de todos los oyentes de la sala.</div><div class="MsoNormal">Las escobillas sustituyeron la respiración de los que fijaban su atención en ellas.</div><div class="MsoNormal">Cada tecla sonante era un suspiro más del alma de aquellos para los que fuesen audibles.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Se miraban, sonreían, fluían. Nadie era capaz de ver dónde acababan los dedos del músico y comenzaba su instrumento.</div><div class="MsoNormal">El escenario era una pincelada ilimitada, todo estaba conectado. Todo, absolutamente todo formaba una corriente eléctrica imaginaria que hacía vibrar cada rincón del lugar.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Cuentan que ningunas paredes fueron antes testigos de tantas miradas brillantes a un mismo tiempo, en una misma habitación. Lágrimas de admiración asomaban por los ojos de cada rostro, aplaudiendo tímidamente desde el acolchado lacrimal.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Las sonrisas, desde los palcos de abajo no dejaban de agradecer semejante espectáculo mostrando cada uno de los dientes asistentes al concierto.</div><div class="MsoNormal">Los cinco sentidos asistieron personalmente, sólo a contemplar esa nueva magia:</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">B de Batería, de Brutalidad, de Brillantez. P de Piano, de Pulcritud, de Perfección.</div><div class="MsoNormal">T de conTrabajo, de Talento, de Triunfo. </div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Con todo el trabajo cargado a sus bemoladas espaldas, el concierto estaba siendo como una fuente de elixir de satisfacción eterna. Tanto los tres como cada persona que había allí podían sentir de qué manera la música era capaz de poseer, de hipnotizar, de embrujar.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Esa noche, hicieron de la magia de la música millones virutas materiales que podían contemplarse en el aire.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Los genios del jazz los llamaron, o así los recuerdo.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">.</div><div class="MsoNormal">“Con T de Tato. Enhorabuena por cada paso que das, gracias por tu ejemplo.”</div></div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-5104695410479234682011-11-03T20:03:00.000+01:002011-11-03T20:03:36.085+01:00Más frágil.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1dWjlPstG8t-OC8gGTq3m3Pf5VVhXs9nTLir6UugGEafHbyNoDzJE6XqEjITUALo269r29S9bZkJ6prrzPjTDMpaQeqFcYCoZBpb2ucUFcu4cZPHSCay6fHDYN1fhWgZ3v8Cue-6pxPpL/s1600/mujer-butoh_blanco_y_negro_ivan.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1dWjlPstG8t-OC8gGTq3m3Pf5VVhXs9nTLir6UugGEafHbyNoDzJE6XqEjITUALo269r29S9bZkJ6prrzPjTDMpaQeqFcYCoZBpb2ucUFcu4cZPHSCay6fHDYN1fhWgZ3v8Cue-6pxPpL/s320/mujer-butoh_blanco_y_negro_ivan.jpg" width="251" /></a></div><br />
Bailaba ella sola, dibujando figuras en el aire.<br />
<br />
Dejando a su paso hilos de colores incandescentes. Daba y daba vueltas, saltaba sobre sí misma, y volvia a hacerlo.<br />
<br />
Nadie podía verla, pero el mundo sabía lo que estaba pasando.<br />
<br />
Sus tobillos caminaban por las paredes, con cuidado de no despertarlas.<br />
Acariciaba con los dedos el leve flujo del viento, tocando delicadas notas en él. Como si de un arpa se tratase, ella hacía sonar la canción.<br />
<br />
Con cuidado, el caracol asomaba por el cristal empapado. Sí, con cuidado de no despertarla.<br />
La lluvia caía pronunciando un silencio en clave de fa. Un piano suena, nadie lo oye pero eso cuentan las nubes.<br />
<br />
Será cierto.<br />
<br />
Una flauta dulce, tan dulce que la sacarina la despreciaba; le daba esas puntadas de fragilidad a la melodía.<br />
Y ella seguía, danzando con nadie, danzando consigo.<br />
<br />
Sentía cada latir de su corazón, cada mililitro de sangre que emanaba su corazón. Era dueña de todos los movimientos involuntarios de su ser. Ella era involuntaria.<br />
<br />
La sala entera la contemplaba.<br />
<br />
Y no había puerta. Era un escenario perfecto, sólo destinado a admirarla a ella.<br />
El embrujo de su silueta pintaba las paredes, que sonrientes y dormidas disfrutaban de su olor a cristal del fino.<br />
<br />
Que nadie la veía, pero todos la sabían hermosa.<br />
Vivía entre pliés y tirabuzones, desnuda.<br />
Vivía en un sueño, inconsciente.<br />
<br />
Se cierran las cortinas, se esconde el caracol.<br />
Se apaga el piano, sale el sol.<br />
Se hace un nudo, plegarse puede.<br />
El mundo mudo, ella muere.<br />
<br />
Y cada día así sería. El hilo, las luces, la brisa.<br />
Y ella... Como en una urna de papel pinocho, nace soñando cada noche.<br />
<br />
¿Vive?<br />
Frágil.<br />
<br />
<br />
.</div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-70327835961675844782011-09-14T00:00:00.001+02:002011-09-14T00:15:36.506+02:00Pasa.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNftpCNyxt89B-kgXe-r-Nvnl943hNjxj1HFxZakIgXvMEm457gEuXzGROpSPKh7sjOPTqd6PMo_351AYHXDVyJ2Su9k_GFjZUeplBtQB8FTFAcEIka0gSMT0eVzlm_qtOeaapt_1llzf0/s1600/-cjqfwWn4eZG71WlJ1xE.0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNftpCNyxt89B-kgXe-r-Nvnl943hNjxj1HFxZakIgXvMEm457gEuXzGROpSPKh7sjOPTqd6PMo_351AYHXDVyJ2Su9k_GFjZUeplBtQB8FTFAcEIka0gSMT0eVzlm_qtOeaapt_1llzf0/s320/-cjqfwWn4eZG71WlJ1xE.0.jpg" width="320" /></a></div><br />
Y es que cuando pasa... Pasa.<br />
<br />
Ya puedes querer evitarlo, ya puedes querer esquivarlo, pero si está ahí estará ahi lo quieras o no.<br />
Y es que es una sensación que te invade, de arriba a abajo, de polo a polo, de hemisferio norte a hemisferio sur. Recorre partes de tu cuerpo que ni sabes que tenías.<br />
<br />
Es sentir un corazón que no es el tuyo, es ver al tuyo salir por tu boca al pronunciar un simple "hola", es ver viajar tu mirada en dirección a otra que te hace temblar, es notar una brisa en la nuca cuando más calor hace con solo sentir otra presencia.<br />
<br />
Es su presencia, es su piel, es su olor, es su respiración. Es esa persona. Es la persona que revoluciona cada milímetro de tu cuerpo haciendo que no puedas controlar ni los dedos de tus pies.<br />
Es la persona que gira tu vida, haciendo incoherente cada cosa que haces. Sin querer, dices cosas que jamás pensaste, escuchas canciones que nunca imaginaste, haces cosas extrañas para tí, sientes algo... Simplemente inexplicable.<br />
<br />
Es algo misterioso, maravilloso, delicioso, miedoso, timido, cauteloso, ruidoso, silencioso...<br />
Increíble.<br />
<br />
Incluso creyendo haberlo sentido antes vuelve a sorprenderte, y te hace sonreir. Te hace sentir la sonrisa de un lado a otro de la mejilla. Te hace vivir de nuevo...<br />
<br />
Y es que pasa. Y cuando pasa, pasa de verdad.</div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-3689196227916178752011-08-21T22:20:00.001+02:002011-08-27T02:52:49.788+02:00Viaje a sí misma.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimSjkGGciqX8Tar6oz_GzIwzGFb8CLQ9OY5rRvuHX8wcSI6gPu50n8NKS2uytTss8nXViGL6T-HKbQRBmSPNR-Z4P8yXA3Fyl-Jl2_JOLQ1uw8IJW_HAbUSMY47Qt-u3SzAN2N8eujIsFC/s1600/image%25282%2529.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimSjkGGciqX8Tar6oz_GzIwzGFb8CLQ9OY5rRvuHX8wcSI6gPu50n8NKS2uytTss8nXViGL6T-HKbQRBmSPNR-Z4P8yXA3Fyl-Jl2_JOLQ1uw8IJW_HAbUSMY47Qt-u3SzAN2N8eujIsFC/s320/image%25282%2529.jpg" width="210" /></a></div><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Y le dio por pensar.<br />
¿Para qué pensar? No pienses, imagina.<br />
Se propuso proponer.<br />
¿Para qué proponer? No propongas, haz.<br />
Quiso querer.<br />
¿Querer? Quiérete antes de querer.<br />
<br />
Y así empezó todo.<br />
<br />
Agarró sus sueños por el asa de ojalás y empezó a maquinar.<br />
Se fue de viaje por todos sus recuerdos, metiendo en la maleta de su mente los mejores momentos vividos.<br />
Se encontró con viejos conocidos y amigos caducados.<br />
<br />
Tembló. Dudó...<br />
Siguió.<br />
<br />
Al regreso, paró a repostar en una de esas gasolineras tristes y tiradas, de esas que contienen amargos tragos que creiste olvidar.<br />
Creyó marearse al ponerse en marcha de nuevo, pero comprendió que sólo era un tramo más del viaje.<br />
<br />
Recapacitó.<br />
<br />
Y entonces oyó.<br />
- ¿Qué oyes?<br />
- Me oigo.<br />
- ¿Te oyes?<br />
- Al fin.<br />
<br />
<br />
.</div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-14217773926408795172011-07-15T14:25:00.001+02:002011-07-15T23:10:46.557+02:00Carta de amor.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOPAohD6aYYN9hw8fJL46CP7AHVq68OrFJbc-mQHiHhaBrrfwkkYVJ4wstxA-aYe5qFw4QhMcushYQvNtj2jW20f5pCVToUqilFFVbjJG8MfBUm8i6JzM5sEhku6EmqxJJ-QQnFa58bvfC/s1600/letter.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOPAohD6aYYN9hw8fJL46CP7AHVq68OrFJbc-mQHiHhaBrrfwkkYVJ4wstxA-aYe5qFw4QhMcushYQvNtj2jW20f5pCVToUqilFFVbjJG8MfBUm8i6JzM5sEhku6EmqxJJ-QQnFa58bvfC/s320/letter.jpg" width="320" /></a></div><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Érase una carta de amor...<br />
<br />
<i>"Querida Carmen:</i><br />
<br />
<i>Hace tiempo que no empuñaba mi antigua pluma para escribirte, más de dos décadas. Pero es tan intensa la sensación que tengo dentro de mí que si no lo hacía ignoro si mi corazón seguiría latiendo.</i><br />
<br />
<i>Una semana hará desde que rocé a la muerte, vino a visitarme, avisándome del poco tiempo del que disponía.</i><br />
<i>Pobre de mí, perdido y olvidado, decidí escribirte una última carta que diría todo lo que no me atreví a decirte cuando pude. </i><br />
<br />
<i>Como acostumbraba antaño, querida Carmen, te contaré una historia que quizá te ayude a entender.</i><br />
<br />
<i>Era un 6 de Septiembre y tú esperabas en el columpio que te hice junto a aquel viejo roble. Llevabas ese vestido blanco, la chaqueta de punto que te regalé, y, como de costumbre, ibas descalza.</i><br />
<i>Llegué diez minutos tarde, nunca fui un hombre puntual. Tus ojos brillaban más que dos luceros, estaban llenos de lágrimas de tristeza.</i><br />
<br />
<i>Titubeando y sin explicación me despedí de ti, con un nudo en el estómago que me impedía levantar la mirada más allá de mis zapatos.</i><br />
<i>Tu pelo no cesaba de ondearse, dejándome llegar tu delicado perfume. Ese olor llegaba a lo más profundo de mi corazón y hacía todavía más dura la despedida.</i><br />
<br />
<i> No fui capaz de decirte mucho, pues no había palabras existentes que fuesen suficientes para despedir un amor tan puro como el nuestro.</i><br />
<br />
<i>"Adiós, Carmen. Ojalá volvamos a vernos" fue todo lo que salió de esta frágil garganta.</i><br />
<br />
<i>Beso en frente y media vuelta, me alejé de ti, intuyendo una lágrima tuya desde tu ojo verde hasta el más suave cuello que jamás he visto.</i><br />
<i>Tomé mi taxi, y no volví a verte.</i><br />
<i><br />
</i><br />
<i>Perdóname Carmen, pero aún a día de hoy no puedo decirte el motivo de mi marcha, aunque créeme, ojalá pudiese.</i><br />
<i>Lo que quería decirte, vida mia, es que desde que tomé ese taxi hasta este preciso momento no he dejado de pensar en ti ni un segundo.</i><br />
<i>He viajado mucho, he visto muchos lugares, he conocido a muchas mujeres y he sufrido innumerables dolores. Pero déjame decirte, amor, que nada me ha dolido tanto al despertar como el saber que no despertarías ahí conmigo, ni nada me partía más el corazón al acostarme que el imaginar que tú estarías a miles de kilómetros como yo, durmiendo sola... O amando a otro que no fuera yo.</i><br />
<i><br />
</i><br />
<i>Cobarde he sido por mucho tiempo callándome todo esto, no quise perturbar tus sueños.</i><br />
<i>Perdóname, Carmen, perdóname por haberte querido en silencio tantos años.</i><br />
<i>Quise ir a buscarte, robarte de tu casa y llevarte conmigo, acariciar tu pelo, mirar tu sonrisa, hacerte el amor con esa delicadeza con la que solía...</i><br />
<i>Perdóname por no haberte sabido querer como te quise después de irme.</i><br />
<i><br />
</i><br />
<i>Con un manto blanco en la cabeza en lugar de aquella melena castaña que tanto acariciabas, te escribo esto que lees. Espero no sea demasiado tarde, pues me partiría el corazón saber que no me llevo el perdón de la persona por la que he vivido esperanzado tantos años.</i><br />
<i><br />
</i><br />
<i>Jamás fui capaz de decírtelo, por mucho que te lo demostré cuando estuvimos juntos, pero te quiero.</i><br />
<i>Te quiero, Carmen, siempre te he querido.</i><br />
<i><br />
</i><br />
<i>Y ahora, viejo me hallo, sólo y triste, sin el amor que una vez nacido me dio la vida.</i><br />
<i>Aunque muy en contra de lo que yo quisiese, imagino que tendrás una vida lejos de mí, habrás amado a más hombres, habrás formado una familia ajena al amor que te di yo. Pero aún así, te quiero.</i><br />
<i>Aún así quiero pasar los últimos años que puedo vivir en paz contigo, como antes."</i><br />
<br />
<br />
... Y tras días, adornada con esta posdata, la carta llegó a su destinataria.<br />
<br />
<br />
<i>"Mi Carmen... Mucho me temo que llego tarde. Y ahora, dejo esta carta sobre tu epitafio, enfermo por tu muerte, muerto por tu ausencia.</i><br />
<i>Muero, vida mia. Muero sabiendo que ya no estás. Sabiendo que ya no me amarás.</i><br />
<i>Sabiendo que no volveré a acariciarte.</i><br />
<i>Muero sabiendo que mi vida se va.</i><br />
<i><br />
</i><br />
<i>Siempre tuyo."</i><br />
<br />
<br />
<em>.</em>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-88058325339578443932011-03-30T01:57:00.000+02:002011-03-30T01:57:38.378+02:00Cuerpo Triste<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguOD6ZoTSj1KzKRxD1Hz3HOprxiwOhLSAA4XMnVjY7NU0-AEqeA3BJAMCDUDVnlAKwVmJD3bxvyrZNlmuEAPdUiIWSyTrkgWzc_MJagfJaTToa_n0zwFVASBM1uBhisI-Zazy3iGqUfTeI/s1600/bar.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguOD6ZoTSj1KzKRxD1Hz3HOprxiwOhLSAA4XMnVjY7NU0-AEqeA3BJAMCDUDVnlAKwVmJD3bxvyrZNlmuEAPdUiIWSyTrkgWzc_MJagfJaTToa_n0zwFVASBM1uBhisI-Zazy3iGqUfTeI/s320/bar.jpg" width="241" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqOkZC-iTNsw_oBp8ggJwpKaq2pKUraN60zmcUyRl5Zi9wLw9WEiEK5uoFtxuRbQRuzQH4UjMUSD1h8HXBsZhmuuEEpxPznLJtZliVubw0iL68NknQuloyGNWkGOpLG91fgpahMpBQqZwO/s1600/mimo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><br />
</a></div><br />
Y es que a veces sobran las palabras.<br />
Éste fue el caso.<br />
<br />
Como últimamente, lucía un traje de carácter triste, no muy arreglado, antes algo resultón.<br />
Dejó a un lado las gafas y, cuidadosamente, se puso las lentillas.<br />
Una vez engominado, salió al salón, le dio un lingotazo al whiskey, consumió la última polvorienta y alargada mancha que ensuciaba su mesa y cerró los ojos.<br />
<br />
La cabeza le daba vueltas, lo cual no era extraño un viernes por la noche.<br />
Miró el reloj. Las 0.47. Meó, cogió la chaqueta y salió por la puerta de su putrefacto apartamento.<br />
<br />
Y llegó al lugar. Entró por la puerta viejuna y bajó las cochambrosas escaleras de aquel sitio humeante, deprimente, casi en blanco y negro. Los cuatro de siempre que ahí quedaban volvieron su mirada hacia él.<br />
Siempre había provocado ese tipo de reacción, pero antes de otro modo.<br />
Sin titubear tiró directo a la barra, fiel compañera y enemiga con la que tantas noches había compartido.<br />
<br />
Nunca se acercaban a saludarlo a pesar de conocerlo. Ya no. Las malas compañías no se atrevían ni siquiera a mirarle, y las antiguas amigas de pago y córner, incluso las peor olientes rechazaban su escaso dinero.<br />
Lo llamaban cuerpo triste, y con ese nombre se quedó. En tiempos lo llamaron así por sus graciosas y conocidas juergas, después de todo pasó a ser un mote despectivo. Nadie sabía su verdadero nombre.<br />
Por donde él pasaba, la gente, congelada, no podía evitar fijar su mirada en él, observando con curiosidad y congoja, sin saber de dónde viene o adónde va.<br />
<br />
Hacía un tiempo fue respetado, sí. Fue de los hombres más envidiados, adorados y odiados al mismo tiempo.<br />
Pero ahora no. Ahora la gente había perdido todo tipo de interés por él, ya fuese bueno o malo.<br />
<br />
¿Cómo era? Nadie lo recuerda. ¿Qué pasó? Nadie lo menta. ¿Por qué volvió? Ni un alma tuvo valor de preguntar. -Bueno sería también saber si él hubiese concedido respuesta.-<br />
<br />
Las 3.00 de la madrugada. Las mismas sombras oxidadas de cada noche le daban menos color todavía a aquel zulo.<br />
<br />
<i>-Dolores, ponme otra</i>.<br />
<br />
Mientras la camarera le servía a regañadientes, jurando en voz baja y con una mirada algo agresiva, bajaban las escaleras dos piernas pegadas a un cuerpo.<br />
<br />
Él no acostumbraba a ser el que se molestase en curiosear quién entraba o dejaba de entrar, pero fue algo instintivo.<br />
Esas piernas... Esas piernas son inconfundibles.<br />
<br />
Bernarda Morales. Una de las mujeres más respetadas de la ciudad. Corrían miles de habladurías sobre ella, pero ningún rumor tenía el suficiente coraje como para ser cierto. Sólo el mismísimo diablo osaría interponerse en su camino.<br />
<br />
Una mujer de los pies a la cabeza, con un cuerpo de escándalo y una inteligencia sublime que, a pesar de haber conocido muchos hombres, nunca pudo tener al que más deseaba.<br />
<br />
Y allí estaba él, sentado con los ojos como platos, con esa mirada apagada que los años habían consumido, pero con la misma luz de esperanza con la que siempre le había mirado a ella.<br />
<br />
Todos la observaban, fantaseando y dejando caer al suelo algún susurro obsceno que tres pasos después ella pisaría con el zapato de tacón.<br />
<br />
Se sentó en la barra, sección perdedores a la derecha del mayor, y, sin mirarle a la cara:<br />
<br />
<i>- Dolores, ponme lo de siempre, pero doble</i>.<br />
<br />
Él, sorprendido, quiso decir, pero no dijo. A lo que ella:<br />
<br />
<i>- Cuerpo Triste... Triste sí, pero de cuerpo; ¿qué te queda?</i><br />
<br />
Y le miró, él no se atrevió.<br />
Él quiso decir, pero no dijo. Se hizo un silencio que parecía congelar hasta a la Dolores.<br />
<br />
<i>- Mírame a los ojos.</i><br />
<br />
Todos los hombres veneraban sus piernas, pues eran largas, tersas, y con una forma sólo capaz de una diosa; pero él siempre había estado enamorado de sus ojos. Eran muy normales. Marrones, no muy grandes, pero a él le resultaban simpáticos.<br />
<br />
<i>- Bernarda...</i><br />
<br />
Por fín osó mirarla. Ella, inevitablemente, sonrió. Habían pasado muchos años, muchas cosas. Habían pasado muchas mujeres, muchos hombres. Pero ella sonrió:<br />
<br />
<i>- Hoy no dormirás solo. Han sido muchos años, Cuerpo Triste, pero esta noche no será igual que la de ayer, sino como la que un día casi fue.</i><br />
<br />
Después de años, él, torpe como el niño que aprende a montar en bicicleta por primera vez, esbozó una leve sonrisa.<br />
Ella cogió su agrietada y desgastada mano, acariciando con la otra su picada mejilla:<br />
<br />
<i>- Ya estoy aquí.</i><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
.</div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-19347273422950983742011-03-02T17:10:00.000+01:002011-03-02T17:10:00.730+01:00Just be Yourself.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS6qADpaOvkMRfsxWBGXlBOd0R-CZQIe3fNBgMrYm4iKkm7m9fp6ZX8VZbDluBbUdPdcRkRJfPvXpdLIoyCYaz2c6ZMiTxYcsWTEku1mVMJaIhWXEhfEUx1C5_g_RC1RsqoNz1wwezOMYX/s1600/Freedom_freedom.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS6qADpaOvkMRfsxWBGXlBOd0R-CZQIe3fNBgMrYm4iKkm7m9fp6ZX8VZbDluBbUdPdcRkRJfPvXpdLIoyCYaz2c6ZMiTxYcsWTEku1mVMJaIhWXEhfEUx1C5_g_RC1RsqoNz1wwezOMYX/s320/Freedom_freedom.jpg" width="320" /></a></div><br />
<br />
¿Y qué si no les gusta? Hazlo con más ganas.<br />
Sólo porque alguien decidió que el azul es azul y que el día no es la noche.<br />
Alguien se encargó de ponerle nombre a todas las cosas que conoces; ¿por eso vas a dejar de inventar?<br />
<br />
¿Quién osó bautizar cada pequeño o gran ser que hay sobre este planeta?<br />
Para mí el rojo no es rojo ni bermellón, para mí se llama kurgen.<br />
El kurgen es un color más que vivo, que sólo existe para mí. Tú llámalo como quieras.<br />
Decidí llamar Paco al Sol, me parece un nombre más simpático para saludarlo por las trasbuzas (así es como llamaré a las mañanas, y a la noche: gudpona).<br />
<br />
Un mundo de locos, ¿eh?; ¿por qué no?<br />
Todo el mundo, antes de hacer cualquier cosa, inconscientemente se pregunta "¿por qué?, ¿por qué lo hago?"<br />
Edúcate de modo que la pregunta que se formule tu mente cuando se avecine una decisión sea "¿por qué NO?".<br />
<br />
Un día te morirás. Te morirás tú, se morirá tu hijo y tu canario. La vida es así.<br />
Hasta ese momento no sabrás si tendrás más oportunidades como ser o no, no estamos aquí para debatir éso.<br />
Así que, permíteme obligarte a la diversión. A existir de otro modo, a girar el monóculo con el que ves este mundo.<br />
<br />
Lo que quiero decir, es que tal vez hoy sea el último día que puedas hacer algo. Algo que tienes en mente, pero esta misma lo censura. Puede que todo el mundo te aconseje lo mismo, que te aconseje lo más "sensato".<br />
Pero... ¿Quién inventó la sensatez?, ¿qué parámetros abarca?<br />
¡Que les den!<br />
<br />
Crea tu propia coherencia y moldéala a tu gusto.<br />
Amasa el mundo hasta que adopte una forma en la que tú estés agusto, que sea tu almohada.<br />
Acaricia los días como si tuviesen la longitud que a tí te conviene.<br />
Gíralo todo y páralo cuando quieras subirte a tu destino.<br />
<br />
Esta vida te pertenece. Eres tu propio protagonista.<br />
Pon mayúscula a la palabra que más importante te parezca, y disciplina a ese montón de complejos que no te dejan bailar en público.<br />
<br />
Libérate... Tú eres tuyo, y de nadie más.</div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-25354399427931242832011-02-01T23:17:00.002+01:002011-02-02T01:52:00.335+01:00Agitation<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEje4kp3KztWk4exbphXiMyHBH7ID7DUQs34ntFgripzcspQGowG0AW0UTMAeuBHBm1V71z37WTtcqidzmkNP_b9sLvhxaxRl2akW68RZj3WkicioQRZdl7b48aEJx689MLyzn7vE9yNzK4O/s1600/Copy%252Bof%252BStimulus%252B1%252C%252BLesson%252B1%252B%2528Insane%252Bgirl%252Bin%252Bdungeon%2529.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEje4kp3KztWk4exbphXiMyHBH7ID7DUQs34ntFgripzcspQGowG0AW0UTMAeuBHBm1V71z37WTtcqidzmkNP_b9sLvhxaxRl2akW68RZj3WkicioQRZdl7b48aEJx689MLyzn7vE9yNzK4O/s320/Copy%252Bof%252BStimulus%252B1%252C%252BLesson%252B1%252B%2528Insane%252Bgirl%252Bin%252Bdungeon%2529.JPG" width="259" /></a></div><br />
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Y ¡PUM!-. Portazo.</div><div class="MsoNormal"> </div><div class="MsoNormal">Las paredes tiemblan, la música de tu cabeza las agita. Estás excitado, no puedes parar de batir tus ojos buscando una respuesta en cualquier punto al alcance de tu vista.</div><div class="MsoNormal"><br />
¡Dios Santo! Estás perdido.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Subes las escaleras corriendo, sin tiempo a tropezar, algo te persigue, pero no es material.</div><div class="MsoNormal">Los muros cierran tu paso a medida que vas subiendo, el espacio escasea. Aumentas la velocidad, como si jamás fueses a llegar.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">No hay nadie más. Nadie puede oírte, nadie puede sentir la vibración de tus gritos, pero no estás chillando. Tienes esa presión en el pecho que no deja de quemarte por dentro.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">¿Por qué no sale? Te detienes.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Tu tórax se hincha y deshincha sin pausa, más y menos, más y menos, no se detiene.</div><div class="MsoNormal">Tus ojos siguen locos, sin encontrar el momento de detenerse.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Tu puerta, abierta, deja salir los pocos rayos de luz que entran por las entrerrejas de tu ventana.</div><div class="MsoNormal">Entras, y llegas tú; bestia reprimida, animal cohibido.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Piensas que vas a reventar, tu pecho no para de bombear, como si de una rueda de bicicleta se tratase. Sientes tu cuerpo hiperventilar, necesitas algo que te pare.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Abres la boca, cada vez tu respiración es más descontrolada. Las pupilas se dilatan y menguan al compás del funcionamiento de tus pulmones.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Miras, y miras, y miras… No sabes qué cojones es lo que buscas, pero debe estar en alguna parte.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Tu instinto natural te hace percibirlo, pero hay una burbuja que impide que lo encuentres. Te estás descontrolando, las paredes siguen bailando. Haciéndose cada vez más pequeñas. Te aprietan, te presionan, no van a dejarte en paz.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Por fin, reaccionas. Coges ese marco de fotos que luce tu mejor sonrisa, aliñada con la típica mirada inocente que precede a los 10.</div><div class="MsoNormal">Con qué rabia la arrojas a ese trozo de yeso que cada vez te roba más espacio.</div><div class="MsoNormal">Es como si quisieras detenerlo, pero no puedes.</div><div class="MsoNormal">Se están contrayendo, y tú estás en medio. La puerta hace tiempo que ha desaparecido.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Animal descontrolado. Arrojas un alarido al viento, como si fuese a acongojarse ante tu furia.</div><div class="MsoNormal">Te impulsas contra las cuatro losetas que van de suelo a techo y viceversa, y te enzarzas en la batalla más sanguinaria que nadie verá jamás.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Puñetazos, patadas, cabezazos y arañazos que se llevan tiza blanca, dejando una marca de desesperación. Notas la circulación de tu sangre llenando cada milímetro de tu nervioso cuerpo.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Tus nudillos a penas pueden abrir los ojos, y tus pies están ensangrentados.</div><div class="MsoNormal">Tu cabeza luce numerosas contusiones, brechas y… ¿Qué podías hacer? Ibas a morir de todas formas, las paredes te comían, el aire te perseguía y el oxígeno te ahogaba.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Sí, las paredes estaban estrechando tu habitación, querían aplastarte. ¿Qué podías hacer?</div><div class="MsoNormal">Ahora yaces ahí, inerte, en el suelo. Incapaz tan siquiera de respirar, de ordenar a tu corazón que lata.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Tu cabeza lucía numer… pobre mente perturbada.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">.</div></div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-88390813458118317542011-01-25T16:21:00.002+01:002011-01-25T23:24:48.365+01:00Sólo quería dormir.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJNNXilfav9jFGcuV4kPZJjyss4_H1O50YMu7DEyclafZoTBYMfO0F6vYIqCpEsdSLBOL16zhgo_VIhtK-Iluu3Ns1TfsWSHSFn6_QLxQ8IsjRc03XJBAS5a6ZhhemC31X03DsZfT0Bhfb/s1600/dormida%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="227" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJNNXilfav9jFGcuV4kPZJjyss4_H1O50YMu7DEyclafZoTBYMfO0F6vYIqCpEsdSLBOL16zhgo_VIhtK-Iluu3Ns1TfsWSHSFn6_QLxQ8IsjRc03XJBAS5a6ZhhemC31X03DsZfT0Bhfb/s320/dormida%255B1%255D.jpg" width="320" /></a></div><br />
<br />
Cuando él bajó las escaleras a la calle vio algo que no frecuentaba otras mañanas.<br />
Ahí estaba ella, sentada en la parada del autobús, tan a penas tapada con una chaqueta de ganchillo.<br />
Desconcertado se paró unos segundos frente a ella, a unos metros de distancia.<br />
La calle estaba congelada, pero ella ni se inmutaba. Ella le observaba con los ojos muy abiertos, con un gesto asustadizo, lo que hizo que él dejase su estado de sorpresa y se acercase hasta ella.<br />
<br />
-... Qué... ¿Qué haces aquí? ¿Cómo has venido?<br />
-...<br />
<br />
Se hizo un silencio.<br />
<br />
Ella se echó a llorar, él la abrazó.<br />
Ella se sentía desnuda, él la arropó.<br />
Ella se veía perdida, él la encontró.<br />
Ella se notaba vacía, él la llenó.<br />
<br />
Y el abrazo duró minutos. Poco a poco, se iban balanceando, de lado a lado, poniéndole ritmo al consuelo, música al cariño y ningún sonido a la mañana.<br />
Sin ninguna explicación, se vieron solos en mitad de la calle bailando, entre una mezcla de vaho y amanecer.<br />
<br />
-Anda... Subamos a casa.<br />
<br />
La cogió rodeándola con sus brazos para darle calor y la subió a casa. Sin mediar palabra, ella se dirigió al dormitorio y se tumbó sobre la cama.<br />
Él, dulcemente, le preparó un chocolate caliente; que a ella le encantaba. Se lo llevó con todo el amor que un hombre puede albergar, pero la encontró dormida, completamente absorta en el sueño más profundo que nadie pudiera observar.<br />
<br />
Sonrió, la besó en la frente y susurró con un tono entrañable mientras la arropaba:<br />
<br />
-... ¡Sólo quería dormir!...<br />
<br />
</div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-66549718944740655152011-01-19T14:27:00.001+01:002011-01-19T14:30:24.728+01:00Carta de despedida.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3osJwHthvoNLOcYjAf69TR4cvp3UDhQWLsSEEWhRHKjj2vDTDwy-gLfsTrwdh3PQfW6u6uK33ehwR9nuPYSlEzp8OGJaL5rDoivAu01c8RA6lHZr1ySaSCW3BZBfprtjcv2WWazM8wd2z/s1600/estaciontren.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3osJwHthvoNLOcYjAf69TR4cvp3UDhQWLsSEEWhRHKjj2vDTDwy-gLfsTrwdh3PQfW6u6uK33ehwR9nuPYSlEzp8OGJaL5rDoivAu01c8RA6lHZr1ySaSCW3BZBfprtjcv2WWazM8wd2z/s320/estaciontren.jpg" width="320" /></a></div><br />
Hoy el tren sale antes de lo previsto, la despedida será breve.<br />
No debí haber dicho que me quedaría, soy un hombre; no me gusta hacer promesas que no sé con certeza si podré cumplir.<br />
<br />
<br />
No podré escribir con seguridad el motivo de mi marcha, sólo diré que me llevo lo mejor conmigo, nada que os incluya.<br />
Supongo que podría haber descubierto senderos ocultos guardando mi puesto en esta ciudad, pero no es eso lo que yo espero de mí mismo. Soy un hombre, no me conformo con una tierra que huela a farsa.<br />
<br />
Me prometisteis sentirme como en mi casa, mas lo único que mio sentí fue aquel servilletero, que gracioso siempre me esperaba impaciente para comer. ¡Y qué platos, los de Rita!<br />
Quizá recuerde el olor de la comida, o del hogar en sí, pero sí prometeré no hacerlo con el más mínimo anhelo.<br />
<br />
Esperando estoy a que el humeante tren se detenga frente a mí, repasando lo vivido en este lugar.<br />
No supisteis apreciar mi música, no os culpo, necios hay en todas partes. Lo que sí, os arrepentiréis, creísteis mis costumbres estúpidas, inútiles e infructuosas. Lástima, las echaréis en falta.<br />
<br />
Sin motivo aparente sonrío. No me lo explico, he recibido más odio que amor en esta ciudad, sin embargo... Hay algo... ¿Qué es? Si no lo recuerdo, importante no sería desde luego.<br />
<br />
Miro el reloj: ¡Vaya, el tren se demora ya 9 minutos!<br />
<br />
Dejaré un papel en blanco sobre este banco, quien quiera inventar mis memorias es libre de hacerlo.<br />
Eso sí, no sabrá de quién se trata. Tal vez este papel termine siendo una lista de la compra, puede ser.<br />
Esa será entonces mi biografía, al menos aquí.<br />
<br />
Ya diviso el tren, he de darme prisa.<br />
<br />
<i>-"¡Viajeros, al tren!"</i><br />
<br />
Bien, hasta nunca, tierra inmunda.<br />
<br />
<i>-"¿Le ayudo con la maleta, señor?"</i><br />
<i>-"¡Oh, sí! Muy amable, muchacho."</i><br />
<i>-"Viaje corto, por lo que veo..."</i><br />
<i>-"Se equivoca, joven."</i><br />
<i>-"Pero... ¡Si está vacía!"</i><br />
<i>-"El mejor equipaje es el que nace de la necesidad."</i><br />
<br />
<br />
.Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-5828360552985848762010-12-30T16:34:00.001+01:002011-11-21T15:15:45.480+01:00Ella.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsujjeKWO2n7maIvZDhelbAvwILfPCxrz_tty6t7XX2LoZ-9v1_iJ3CBWFb1u_ilWXu5vPQyoWB6dZo7COGgkVK7Fr-7WnxJFXzPOcpE4X2AnRXDKVv8pb6_gT61RcmvpVnaKzyX968se3/s1600/ilusion.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsujjeKWO2n7maIvZDhelbAvwILfPCxrz_tty6t7XX2LoZ-9v1_iJ3CBWFb1u_ilWXu5vPQyoWB6dZo7COGgkVK7Fr-7WnxJFXzPOcpE4X2AnRXDKVv8pb6_gT61RcmvpVnaKzyX968se3/s1600/ilusion.jpg" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Ella.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">La conocí un 27 de Julio de 1992, y desde ese momento nos prometimos no separarnos nunca jamás.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Me enamoré de ella al instante. Ella fue mi raíz, ella fue mi luz, ella fue el cauce que acunó mis aguas de principio a fin.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Ella me miraba, ella me acariciaba, ella me protegía. Ella lo era todo.</div><div class="MsoNormal">No había mañana que no aguantara sin despertarla, no había tarde que dejase de mirarla, ni tampoco noche que durmiera sin un beso suyo.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Ella… Ella era mi ella.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Ella secaba mis lágrimas con a penas una mueca, y era capaz de hacerme tocar el cielo; me hacia volar con tan sólo sostener mi cuerpo con sus pies.</div><div class="MsoNormal">Tenía una magia especial, tenía el poder de adoptar formas diversas, me rodeó de personajes mil, y todos me hacían sentir la niña más feliz del mundo.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Ella… Ella era mi estrella.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Me enseñó a bucear, me enseñó a andar rápido, me enseñó a pelear, me enseñó a molestar, me enseñó a hacer meriendas de reyes.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Ella, ella tenía un olor único. Ese olor se adentraba en tu olfato, abriendo millones de afluentes que hacían que cada rincón de tu cuerpo pudiese sentirlo. Ese olor pudo calmar incontables llantos, y pudo arrancar infinitas sonrisas al avisar de la presencia de ella.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Ella… Ella era mi bella.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Como la Bestia, ella me guardaba como su mejor rosa, en una urna de cristal color amor.</div><div class="MsoNormal">Siempre sentí su calor, siempre me sentí abrazada por ella, era Ella; nada me podía pasar.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Ella… Ella era como ella.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Sus ojos, grandes y siempre brillantes, enamorados de la vida, sonrientes y semicerrados cuando duerme. Su nariz redondita, húmeda cuando el frío nos visitaba.</div><div class="MsoNormal">Su boca fabricada por hadas a base de crema y frambuesa, perfectamente moldeada, al abrirse deja mostrar la sonrisa más dulce del mundo. Sus besos son como polvos de azúcar, cubren tu piel de una capa de indestructible ternura.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Ella… Es ella.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Pero ella hoy no brilla. Hoy ella se hizo pequeña.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Su canción empezó a sonar débil, con voz muy bajita. Ella se vio perdida de la noche a la mañana. Sus ojos visten llanto, su boca se ancló en un ángulo negativo y sus nariz está húmeda aún sintiendo calor.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Sin ella saberlo, un duende le hace cosquillas desde dentro, e insiste por volver a fabricar unos labios igual de perfectos, pero sonrientes.</div><div class="MsoNormal">Un par de ardillas barren sus pensamientos, reciclando los malos y archivando buenos recuerdos.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Ella no lo sabe, pero es hermosa siempre.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Shhh… No le digamos nada, ella se está limpiando por dentro. Puede que mañana ya esté lista y su sonrisa vuelva a enamorarme un día más.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">El mundo no es malo, el mundo nos prepara. Déjame que te acaricie, déjame que sea yo quien te eleve hasta el octavo cielo, deja que yo te lleve a dar paseos en la línea del 40, juguemos a inventar maridos pintores y médicos. Bañémonos juntas, comamos azúcar y escondámonos del hombre-sapo. Deja que Donkey Kong te haga reír. Déjate vivir.</div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">¡Despierta, despierta! Yo te cuidaré.</div></div>Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-11491555688663543812010-12-12T20:40:00.000+01:002010-12-12T20:40:33.569+01:00Inútil.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8MNh4wolVXw9QrbZ9rwDF0gZvN5-uBkHXKD0rMlXwlzW4C9LUedjK16LTWh4zkuMH6y2utuMfeKlPZW2xbuJocRi2Vzv48z4qkai7RrRtZv71Dv8dxcmv9ohwFZdfqgtm7jcr9BPgmfbR/s1600/silla-vacia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8MNh4wolVXw9QrbZ9rwDF0gZvN5-uBkHXKD0rMlXwlzW4C9LUedjK16LTWh4zkuMH6y2utuMfeKlPZW2xbuJocRi2Vzv48z4qkai7RrRtZv71Dv8dxcmv9ohwFZdfqgtm7jcr9BPgmfbR/s320/silla-vacia.jpg" width="320" /></a></div>Sí que lo es.<br />
Ni siquiera eres capaz de diferenciar cuando mis ojos brillan de alegría o de tristeza. Me ves día tras día y sin embargo no me conoces. Soy una completa desconocida para tí, aunque tú lo ignores.<br />
Tal vez cada mañana me disfrace con una máscara, probablemente conocida para tí, pero, eso sí, tan falsa como un sol fabricado con una bombilla.<br />
Puedo hablarte con una voz fantástica, mirarte con ojos teñidos y rozarte con piel muerta.<br />
Quizá la percepción de la realidad de cada uno sea distinta, quizá tu blanco sea mi negro y tu sol sea mi luna. Quién sabe… Quién sabe si soy yo la que se sienta a tu lado y pasa horas inertes viendo la vida pasar.<br />
Un día sí, claro que me conociste. ¿En qué momento dejaste de hacerlo? Te despistaste, y mi alma tomó otro camino, completamente invisible para tí. Pasé a otra dimensión aprovechando un descuido de tu atención.<br />
Es inútil; me miras y no me ves, me hablas y no me dices nada, me tocas y no me sientes, me llamas pero no te oigo… Porque ya no existe ese alguien a quien tanto llamas, desgarras tu voz, pero es inútil. Mi vida tiene otro nombre, ya no responde al de ayer, y mañana no responderá al de hoy.<br />
Es inútil porque no me conocerás nunca más, serás incapaz de traducir las palabras que salgan de mi boca, no tienen un significado en tu diccionario pero sí uno maravilloso para mí.<br />
No conseguiras parar mis pies, porque son de polvo y pueden volar si se lo proponen.<br />
En el mundo en el que tú no comprendes muchas cosas yo me río de ellas, me río de lo simples que son, en el mundo en el que tú desprecias algo, yo lo trato con sumo cuidado.<br />
Lástima, tu mundo no está hecho para mí, yo estoy trabajando en algo mucho más grande. Y tú ni lo sabes. Soy viento, no tengo raíces ni frutos, no tengo destino.<br />
Dejé un surco en la tierra donde surgí, tierra que jamás volverá a ser fértil.<br />
Es inútil. No me riegues, no me abones, porque no estoy, porque estás alimentando a una planta que ya no existe.<br />
Alimentar al vacío… Es inútil.<br />
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(02/12/10)Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3660809944038879083.post-53987918239990232242010-12-12T20:33:00.000+01:002010-12-12T20:33:14.534+01:00Quién soy, de dónde vengo y adónde voy.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9AaszMfpi0wZFzDGE49sv-m1o6Op4srzKXmCDONgEUchyz6OInz3Dq52s5F4O2dpdblJtZHqXEkdRfVga1CLwWJTWIQbClHeU7NYem2GksBkSOPBhlm60G91GhMeWhfkJMvJUxL_ecc6I/s1600/g.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9AaszMfpi0wZFzDGE49sv-m1o6Op4srzKXmCDONgEUchyz6OInz3Dq52s5F4O2dpdblJtZHqXEkdRfVga1CLwWJTWIQbClHeU7NYem2GksBkSOPBhlm60G91GhMeWhfkJMvJUxL_ecc6I/s320/g.jpg" width="320" /></a></div>Nací un veintisiete de julio de mil novecientos noventa y dos. Espectativas paternas: supongo que altas.<br />
Me imagino que todo el mundo soñaría con una pequeña Carlota vestida de abogada, de médico, de psicóloga o vestida con cualquier traje hecho a base de purpurina de hipótesis.<br />
Carlota iba a ser una niña normal, tal vez destacase en algunas cosas. No jugaría a ningun deporte en primaria, pero iría a clases de inglés y seguramente tocaría algún instrumento. Estudiaría a curso por año, siempre teniendo muy buenos amigos y sabiendo compaginar vida estudiantil y social. Llegaría el bachillerato, donde abriría un cauce que más tarde desembocaría en el mar del campus universitario. <br />
Años más adelante Carlota encontraría un trabajo de lo suyo, probablemente de periodista, y llevaría un sueldo a casa, que sumado al de su pareja daría de comer a sus hijos, muy bien vestidos y por supuesto mejor aún educados.<br />
Luego sería abuela y felizmente infeliz junto a su arrugado marido. Verá morir a sus padres y, por qué no, a sus hermanos mayores. Es ley de vida.<br />
Morirá orgullosa del camino forjado a lo largo de su vida, comentando algún que otro traspiés con su compañero de viaje, que tarde o temprano, antes o después que ella, acabará del mismo modo.<br />
Un día acostadita en su cama, viuda, con tres hijos y cinco nietos, Carlota dejaría de respirar al tiempo que concluye de firmar el testamento que en esos momentos de agonía sus hijos le han colocado entre sus ancianas manos. Así concluiría su vida, abriendo paso a nuevas generaciones.<br />
Pero Carlota aún no ha alcanzado la mayoría de edad y ya está cansada. Carlota no quiere jugar a ser mayor, no quiere ir a curso por año, no quiere ser ejemplar, no quiere vestir bien, no quiere casarse ni tener un portarretraros en el salón con los trece miembros de su convencional familia.<br />
Carlota prefiere soñar.<br />
Carlota prefiere sobrevolar la vida, viendo cada uno de los caminos que ésta le ofrece. Quiere nadar las montañas y escalar la mar.<br />
Ella busca la felicidad donde aún nadie ha buscado, quiere enamorarse hoy y mañana, de tí y de tí.<br />
Quiere hacer a sus hijos con barro y un poco de pólvora, haciéndolos naturales y explosivos, siempre sonrientes.<br />
Carlota sólo quiere bailar la música que hacen las gotas de lluvia al golpear la hierba que la rodea.<br />
No quiere crecer, sólo quiere evolucionar dentro de sí. Quiere ser grande y pequeña, extrovertida y cerrada, misteriosa y abierta, feliz al tiempo que perezosa, dispuesta e irracional. Quiere razonar ideas inventadas pero coherentes. Carlota... Quiere lograr la imposibilidad de escribir un manual de conducta, no quiere ser descrita, sólo ser auténticamente indefinible.<br />
Nadie podrá saber como es, porque lo que mostrará hoy... Mañana será historia.<br />
Carlota tiene diecisiete años y ninguno cuando ella quiere.<br />
No celebra promiscuidad. El amor la visita hoy, disfruta de ello y se enamora como nunca, pero nunca será teatro, sólo un juego. Amores eternos que se alternan y enfrentan. Al día puede desenamorarse para conocer otra historia nueva, aprender de ella, enamorarse más que jamás de nuevo, ni más ni menos; en misma escala de distinta forma. Volverá el primer amor, y el segundo, se cruzarán, danzará con ellos... Y luego quizás volará.<br />
Carlota es infinita en el profundo corazón de quienes rozan su existencia. No deja huella, se queda ella entera.<br />
Es inmortal y capaz de fabricar sonrisas que nunca utilizará para el uso propio.<br />
Carlota llora y no sabe por qué. Camina entre abismos desconocidos y llamativos al mismo tiempo. Es puro impulso y no le importa, Carlota no tiene ni pies ni cabeza.<br />
Carlota es una historia, es un juego, es un sueño, es una comida, es un recuerdo, es un olor, es una música, es una sensación, un sentimiento, una sonrisa, un tintineo...<br />
Flores por la mañana escalando árboles mirando música, libertad autobuses rojos, luces aletea mientras perros sonrien. Canales arriba sombrero educado que ¡Ay! coches antiguos por colores, torpe destino y difuminado, por cierto! Buenas noches, Audrey. Almohadas simpáticas contra hadas impertinentes. <br />
¡Calla! Está soñando...<br />
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(02/06/10)Charlotte Sometimeshttp://www.blogger.com/profile/10410166838636512798noreply@blogger.com0